viernes, 19 de diciembre de 2008

23 de abril de 2009


Apuntemos esa fecha en mayúsculas, en negrita y subrayada. Ese día podremos disfrutar de uno de los carteles de toros más redondo que hoy en día se puede confeccionar. Según ha anunciado la empresa de Sevilla, ese jueves que ya tengo metido en la cabeza harán el paseillo dos de los tres toreros que ahora mismo más me motivan: Manuel Jesús El Cid y Morante de la Puebla. El tercero en discordia sería Miguel Angel Perera. Un mano a mano espectacular puesto que delante tendrán a los toros de Victorino Martín.

De El Cid no vamos a dudar a estas alturas, pues es todo un experto en el hierro. Pero el hecho de que un tipo como Morante se apunte a este evento dice mucho de él. Puede ser el salto definitivo de torero de minorías a figura importante. No me imagino la que se puede liar si cuaja un toro de Victorino ¡y en Sevilla!

Ya me veo a Jose Valencia haciendo obra de nuevo en el restaurante para instalar un altar...

martes, 9 de diciembre de 2008

Nuevo pero viejo Valencia


Hay dos sitios donde me encanta tomar una caña. Uno está en Bilbao, la Taberna Taurina, en la calle Ledesma. El otro, en Salamanca. Ambos comparten una decoración basada en el mundo del toro y destacan además por la cantidad y calidad de sus pinchos. A Bilbao hace mucho que no voy pero en Salamanca estuvimos el fin de semana pasado y era cita obligada pasar por el Valencia.

A través de la red sabíamos de las vicisitudes de la reciente reforma, pues hay quien se ha encargado de hacernos la crónica casi diaria a través de su blog. Pero nada como verlo en directo. Uno tuvo el privilegio de la visita guiada de la mano de Jose. Digo privilegio porque se hizo cierto el dicho de hasta la cocina. Por cierto, que me dio el disgusto de que el Morante dibujado en la pared de la misma fue vícitma de la piqueta. Por lo demás, ha quedado de lujo.

La zona del bar ha ganado muchísimo con la nueva iluminación, además de contar con más espacio, gracias a la desaparición de aquellos baños tipo camarote de los hermanos Marx de los que nadie se va a acordar. Además, Jose ha tenido el buen gusto de escoger unos azulejos que encajan como un guante con el ambiente del bar. Y lo de dejar la zona de detrás de la barra diáfano de carteles y en azulejo blanco, otro acierto. Le da amplitud y luz.

Y lo más importante. Lo que no ha cambiado es la mano del cocinero. Probamos la jeta, lomo de la olla, sangre frita, salchichas y de remate, una de lengua, invitación de la casa. Como siempre, de nota. Lo que hemos dado en llamar el nuevo pero viejo Valencia.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Una sociedad enferma


La foto aparecía ayer en la portada de El Mundo. Aún no se habían limpiado de la acera los restos de sangre del empresario Ignacio Uría cuando sus compañeros de partida parían una nueva versión del refrán: el muerto al hoyo y el vivo a las veinte en copas. Como si tal cosa, con una sangre fría que espanta, buscaron un sustituto para el asesinado y hale, da cartas, Patxi, que se nos va la tarde.

La foto de Mitxi (felicidades al autor, de esas veces que una imagen vale por mil palabras) define con crudeza a la sociedad vasca: el que no está de acuerdo con los de las pistolas mira para otro lado y reza para que mañana no le toque a él. Mezquino, pero real. Eso en el mejor de los casos, porque hace tiempo que empiezo a pensar que la mayoría, en el fondo, no lo ve mal. Sólo así se explican comentarios del tipo era uno de aquí, como si los de allí estuviesen bien matados.

Hablamos de imágenes y a mí hay una que no se borra de la memoria. La única vez que la mayoría de vascos le echó narices fue tras el asesinato de Miguel Angel Blanco. Aquella escena de los ertzainas quitándose las capuchas a petición de la gente fue conmovedora. Y en aquelllos días, los únicos que pasaron miedo fueron los batasunos. Aquel fue el momento clave donde se vio que el fin de los de la pistola podía estar cerca pero la respuesta del PNV fue el Pacto de Estella. Y al PNV no le votan los andaluces, ni los castellanos, ni los valencianos, ni los madrileños. El PNV tiró por la borda todo aquel capital político y los que le han seguido votando refrendan así esa decisión.

Hubo un tiempo en que gritábamos Vascos sí, ETA no. Ahora ya no me engañan los seguidores de Arzalluz. Se merecen todo lo que les pase. Por mezquinos, por cobardes y por enfermos.

jueves, 4 de diciembre de 2008

El mundo al revés

Leo en la prensa que un juzgado de Jaén ha condenado a una madre a 45 días de prisión y le ha prohibido acercarse a su hijo durante más de un año por un delito malos tratos. Dicho así uno piensa que la señora es una especie de mezcla entre la madrastra de Cenicienta y Poli Díaz. Pero si nos vamos a la letra pequeña es para echarse a temblar.

Al angelito, con diez años, se le puso en los huevos que no quería hacer los deberes. Lógicamente, su madre le riñe y él coge una zapatilla, se la tira y sale corriendo a encerrarse en el baño. Llegados a este punto supongo que la jueza autora de la sentencia habría aplicado la pedagogía progreta que se le sospecha, esto es, tocar la puerta del baño, pedir perdón al niño (no olvidemos que tiene diez años, un respeto, señora), perdonarle los deberes (que coartan su libertad de ocio) y regalarle un nuevo juego para la PlayStation en concepto de daños y perjuicios.

La madre no. La madre hizo lo que cualquiera con dos dedos de frente hubiéramos hecho. Abrir la puerta del baño y arrearle una colleja. Pero mira tú por dónde que la puerta golpea al niño, éste cae al suelo y la madre lo agarra del cuello y lo levanta, suministrándole a continuación la merecida colleja. A resultas de la cual el niño se golpea la nariz y sangra (algo que los que tenemos niños sabemos que ocurre muuuuy rara vez). Hasta aquí todo normal, dentro de una discusión con un niño al que la jueza califica, échale cojones a la señora, de "carácter difícil y desobediente" . Lo malo vino después.

El angelito se marchó a clase y allí otro inefable pedagogo made in LOGSE constató que había restos de sangre en la nariz (ya digo, algo rarísimo en los niños) y que tenía un moratón en el cuello. Y aunque en la noticia no se especifica, supongo que fue este profesor el que cursó la denuncia que ha derivado en esta sentencia, que define perfectamente la educación en nuestros días: el mundo al revés.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Haciendo patria


Lo han vuelto a hacer. En su camino por liberar al pueblo vasco de la tiranía que le oprime los valientes herederos del fumeta se han quitado de enmedio a un opresor, cuando iba nada menos que a echar la partida. Intolerable.

Ignacio Uría se lo estaba buscando, por crear 377 puestos de trabajo en estos tiempos de crisis. Encima, cuentan los que le conocían que pagaba religiosa y generosamente, que a sus 70 años seguía al pie del cañón y que no sólo pretendía llevar una vida normal sino que se la tomaba con gran sentido del humor. Lo que se dice un auténtico enemigo de la patria, vamos.

Y ha sucedido en Azpeitia, donde ¿gobierna? ANV. Asitiremos al enésimo paripé de declaraciones de condena y vuelta a empezar. Escucho ahora mismo a Patxi Zabaleta en la radio y de sus palabras infiero que es posible que Aralar tenga un ataque de decencia y mañana asista un nuevo alcalde al entierro del pobre Ignacio. Bien, pero tarde. Qué lástima de políticos, señor...

martes, 18 de noviembre de 2008

Pásame la china, tron


Si no fuera porque hay muertos de por medio la cosa daba para un capítulo de Vaya Semanita. A tomar por saco la épica del gudari, resulta que el máximo hijodeputa de la cosa etarra ha caido con todo el equipo, lo cual incluye un chinarro de cien gramos de costo. "Es para consumo propio", suponemos que le diría al gendarme. Años de marear con la alternativa KAS y llega el pariente euskaldún del indio Jerónimo y su máxima aportación a la causa es "¿tienes un papelillo?" La independentzia en manos de un fumeta, dónde vamos a parar, ¿eh, Juan José? A éste le dejas y cambia el Eusko Gudariak por Ska-P

Los que también deben fumar cosas raras son los responsables (¿?) de la UPV, que han terminado por reconocer el cachondeo con los estudios universitarios de los presos etarras. Un caso único en la historia, oyes, será el clima, será el bacalao al pil-pil, será el chacolí, pero el caso es que nos salieron todos de un aplicado que para sí los quisiera cualquier ministro de Educacion.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Unos cierran, a otros los cierran


Prisa ha anunciado el cierre de Localia. Al parecer el proyecto de televisiones locales del gigante polanquil arrastra unas pérdidas que lo hacen inviable. Lo siento por los curritos que andaran puteados por cuatro duros pero me alegro. En primer lugar, porque la calidad de la programación dejaba mucho que desear, así que tampoco lo vamos a echar de menos. Pero sobre todo porque se hace realidad aquello de que a cada cerdo le llega su San Martín.

Uno creció al arrullo de aquella Antena 3 que entre Prisa y quién se lo permitió se encargaron de cerrar y eso es algo que no he perdonado. El historial de cachondeo con la ley comenzó antes, con la concesión de la licencia de Canal Plus. Así que me parece justo que quien se ha pasado por la entrepierna la legalidad vigente vea ahora como el mercado (horror, he mentado la palabra tabú) le pone en su sitio.

Por otra parte, el panorama radiofónico anda revuelto estos días a raíz de las nuevas concesiones realizadas en Cataluña por el CAC, organismo de dudosa reputación sacado de la manga por los actuales gobernantes autonómicos. Como era de esperar, dan a unos (los más cercanos al poder) lo que les quitan a otros (los críticos) y ya tenemos el lío. En este tema tengo una opinión clarísima.

Se trata de la libertad del ciudadano para elegir y de la libertad de los profesionales o los grupos para opinar. Así pues, nada de limitar las concesiones. Si un grupo presenta un proyecto viable técnicamente, adelante. Ya se encargarán la audiencia y el mercado (mierda, he vuelto a decirlo) de poner a cada uno en su sitio. Así nos libramos de sufrir los caprichos del gobernante de turno y todo el mundo compite en igualdad de condiciones.

domingo, 9 de noviembre de 2008

El tonto de la semana


Kovalainen: "En 2009 lucharé con Hamilton". Igual hemos malinterpretado sus palabras y resulta que se van a a pasar al pressing-catch. Porque si lo que pretende es que va a tener un coche en igualdad de condiciones que el otro va listo.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Francia nos enseña el camino


En Francia se han tomado en serio lo de la publicidad en la TV pública y han aprobado dos leyes que la suprimirán a partir de 2012. Como contrapartida, las privadas podrán emitir más anuncios. Miedo me da que importemos el modelo. En primer lugar, porque si al déficit galopante que arrastra TVE le quitamos los ingresos publicitarios ya sabemos de dónde va a salir la diferencia (de tu bolsillo y del mío). La cosa se podría solucionar recortando gastos pero no veo yo que estén por la labor ni los que mandan ahora ni los que mandaron antes.

Y luego está lo de las privadas. Ahora mismo te pones a ver Pretty Woman en Antena 3 y terminas viendo una colección de anuncios interrumpidos de vez en cuando por las piernas de Julia Roberts. O te sientas a ver Hospital Central en Telecinco (aunque ahora que no está Vilches la cosa pierde) y te da tiempo en cada pausa a preparar la cena, fregar, hacer un sudoku y cortarte las uñas. Como para darles carta blanca, vamos.

De Francia llega también una noticia de esas de niño muerde a perro. Se supone que las señoras, llegada una cierta edad, hacen todo lo posible por parecer más jóvenes, o cuando menos, no aparentar la verdadera edad. Legiones de Lidias Bosch repiten el ritual de la crema Garnier cada noche, hordas de Andies McDowell camuflan sus canas (porque ellas lo valen), y en esto que llega una tal Laurence Ferrari y lo pone todo patas arriba.

La señora con nombre de coche es la presentadora estrella de las noticias de TF1 y por lo visto los índices de audiencia no acompañan. Dicho y hecho, si hay que ganar credibilidad los gurús dicen que necesita aparentar más edad, así que ahí me la tienes, resaltando arrugas y cambiando el peinado.

Como cunda el ejemplo a ver quién es el guapo que se lo explica a Mari Tere Campos.

lunes, 27 de octubre de 2008

El Atleti, esa religión...


Porque eso tiene que ser una religión, qué barbaridad. La locura o cómo pasar de la euforia a la depresión, volver a la euforia y quedarse al borde del infarto. Lo de ayer en Villareal es de esas típicas jaimitadas colchoneras, que sólo ellos son capaces de bordar y exclusivamente ellos son capaces de ¿entender? Uno lo ve desde fuera con cierta perspectiva, la de un madridista al que le cae bien el Atleti, pero no soy capaz de alcanzar ese estado de cuasimisticismo que rodea a todo lo rojiblanco.

A medida que pasaba el partido me iba imaginando al atlético más genuino que conozco (hola, Tomi) y juro por mis hijas que no se me borró la sonrisa de la cara hasta el final. Luego, hablando con él, confirmó mis sospechas: el asunto es de manicomio.

De psiquiátrico fue también lo del árbitro del Real Madrid-Athletic, pero eso es otra historia. Me quedo con que, por este orden, ganamos el partido, un equipo entrenado por el indescriptible gañán del Caparrós está en descenso (lo siento, San Mamés, pero lo de este tío me puede) y tacháaaan.... ¡el Osasuna es colista! Ello unido a que la Real Sociedad no levanta cabeza y que, SEÑORES, la Unión sigue siendo líder en Segunda.

La felicidad debe ser algo parecido a esto.

viernes, 24 de octubre de 2008

Ingrid Betancourt, ¡dos orejas!

A falta de festejos que comentar, y complaciendo los deseos de nuestros lectores (de los tres), a partir de hoy ampliamos el abanico del blog y escribiremos de todo lo que se ponga a tiro. Hoy no puede ser otro el tema que los Premios Príncipe de Asturias, que se están entregando en este momento a 100 metros de casa.

Ya sé que hay gente a la que le parecen unos premios sobrevalorados, superfluos y prescindibles. Yo opino justamente lo contrario y cada año disfruto con la ceremonia y con los discursos. Por razones obvias, suelo prestar más atención al premiado en la categoría de letras y debo decir que he descubierto autores que hasta entonces no me habían llamado la atención, cuando no directamente los desconocía. Siguiendo la costumbre, mañana por la tarde iré a comprar algo de Margaret Atwood. Y le echaremos un ojo también a Tzvetan Todorov.

En la edición de este año, ha habido momentos muy emotivos. Rafa Nadal, merecidísmo premio, ha estado ha punto de soltar la lágrima. Me ha gustado también mucho ver a Jose Antonio Abreu, fundador de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela. Su cara lo decía todo, qué satisfacción debe de ser, después de tantísimos años de trabajo, estar encima del escenario del Campoamor recibiendo esa cerrada ovación. Y lo que me ha hecho muchísima gracia es cómo se parece Larry Page (fundador de Google) a Manolo Barroso, fotógrafo de La Gaceta de Salamanca.

Pero el momentazo de la tarde ha sido el discurso de Ingrid Betancourt. Empezó poniéndome los pelos de punta y terminó haciéndome llorar, lo que tampoco tiene mucho mérito, porque los que me conocéis bien sabéis que soy de lágrima fácil. Faena de dos orejas de la doña colombiana, que bajó la mano al final y de qué forma.

Luego el Príncipe ha tenido el detallazo de acordarse en su dircurso de Severiano Ballesteros, que anda el hombre pasándolas canutas. Me han encantado las semblanzas que ha hecho de Rafa Nadal y sobre todo, de Ingrid Betancourt. Tan bonita como cierta la cita de Salvador Espriu: los hombres no pueden ser si no son libres.

Por lo demás, Oviedo luciendo precioso, como siempre (encima ha hecho un día de sol perfecto), la Reina impecable, como siempre (soy fan declarado de doña Sofía desde que la conocí en persona) y los gaiteros sonando a gloria...

Como siempre.

jueves, 9 de octubre de 2008

Zaragoza no arranca

La de Dolores Aguirre era previsible que saliese un petardo... y salió. La de rejones fue un espejismo, con las cuatro orejas de Diego Ventura, pero la del Conde de la Corte nos devolvió a la mediocridad. Pensamos que lo de Adolfo iba a sacar algo de Victorino pero tampoco. Al menos vimos la primera oreja de la Feria (a pie) en manos de una gran Luis Bolivar. Cada día me gusta más el colombiano, que comenzó la faena igual que en Madrid hace unos días: en el centro del ruedo, citando al toro a 30 metros y con la izquierda.Fue en la tarde en que se despidió definitivamente una figura de los de plata, el picador charro Victoriano García El Legionario. Desde el cielo, Julio Robles le pegó una ovación.

Ayer vimos un gran toro de Valdefresno -menos mal , porque el resto de lo que salió por chiqueros fue de llorar- que inexplicablemente se le fue con las orejas puestas a Antonio Barrera. Y lo de hoy de Fuente Ymbro, en fin, mejor dejémoslo estar. A ver si a partir de mañana, que dicen llegan las figuras, remonta la cosa.

sábado, 4 de octubre de 2008

Victorino no falla

No era la tarde de Antonio Ferrera, no. Anduvo voluntarioso con el que abrió plaza pero la gente se decantó por el toro y con razón. Humillaba que daba gusto pero no le cogió el punto el extremeño. Con el cuarto quiso echar el resto pero ya era tarde y el animal tampoco estuvo por la labor. Eso sí, en los dos obsequió con su habitual repertorio en banderillas pero ya digo que no fue suficiente.

En cambio, creo que Luis Bolivar mereció más por su labor al tercero. En la retina tengo aún las dos medias verónicas que firmó, eternas, enroscándose al toro en la cintura. Y el principio de faena, en el centro del ruedo, muleta a la izquierda y a dar naturales se ha dicho. Se vino el toro de lejos y salió una serie de mucho mérito, la mano baja y alargando el viaje. Bajó el tono lor el pitón derecho pero en conjunto construyó el colombiano una faena importante. Lo mató con mucha verdad y salió volteado, dejando una estocada entera pero atravesada. Con el sexto no tuvo opción y abrevió.

A Diego Urdiales tenía ganas de volverle a ver, después del buen sabor de boca que nos dejó en San Isidro. Y no defraudó. Con el segundo, quizá el regalito de la corrida, estuvo más que digno, tragándole una barbaridad e intentándolo por todos los medios. Le sacó lo poco que tenía y lo mató muy bien. Esa fue la cruz. La cara también estuvo en su lote, pues el quinto fue un señor toro. Urdiales bien pero el que no falla, qué tío, es Victorino Martín.

Platafino peleó con gran clase en el caballo y en la muleta dejó el hocico por el suelo y mejor por la derecha. Y allí estuvo el riojano para correrle la mano y firmar series de gran mérito. La estocada fue rarísima, pues primero pareció un pinchazo hondo pero en el último momento logró enterrar la espada y tirarlo sin puntilla. La recompensa, una oreja que le sirve muchísimo.

viernes, 3 de octubre de 2008

Hagan sitio en la historia

Vamos a ver si soy capaz de encontrar los adjetivos adecuados para describir lo de esta tarde.

Podríamos decir que ha sido épico, que lo fue. Podríamos decir que ha sido heroico, que lo fue. Podríamos decir que ha sido histórico, que lo será. Pero con eso no basta. Yo diría que ha sido milagroso. Pocas tardes recuerdo en mi vida de aficionado que haya vivido semejante mezcla de emociones. Gracias, Don Miguel Angel, porque a partir de hoy habría que tratarte de usted. Desde hoy Miguel Angel Perera entra en el reducido grupo de Figuras (con mayúscula) de la tauromaquia. Porque no se trata de cortar más orejas que nadie, Fandi, ni de torear más tardes que ninguno, Jesulín.

Viene al pelo la anécdota de Manuel Ortega, padre de Manolo Caracol y a la sazón mozo de espadas de Joselito el Gallo. Viajaban desde Andalucía en tren y al bajarse en Atocha la locomotora pegó un bufido y soltó un buen chorro de vapor. A lo que él le espetó esos cojones, en Despeñaperros.

El Despeñaperros taurino está en la plaza de Las Ventas y si uno se encierra allí con seis toros la cosa adquiere tintes míticos. Y hoy Perera puso los cojones, vaya que los puso, hasta el punto de que, literalmente, se los partieron. La de hoy es de esas tardes que uno almacena en la memoria y repetirá decenas de veces. ¿Te acuerdas de aquel año de Perera en la Feria de Otoño? Claro que los hay con suerte -los que lo pudimos ver por la tele- y los hay con mucha suerte, que estuvieron en la plaza. Entre ellos mi señora madre (autora de las fotos que ilustran este texto) y mi señor padre, que a través del teléfono móvil me hicieron meterme un poquito más en el ambiente.

Había empezado la tarde cuesta arriba. Devuelto el toro que abría la tarde, el primero bis, de Valdefresno, fue noble pero justito de casta. El segundo, de Cortés, le echó el ojo enseguida. Ni las miradas ni el viento importaron a Perera, que se puso como si el toro fuese bueno, aunque parece que al público no le llegó la onda. Aquello olía a enfermería en cualquier momento y tardó en llegar pero llegó. Entró a matar Perera y el toro lo prendió dejándole una cornada en los testículos. Los que gastamos de eso sabemos que un simple golpecito te hace ver las estrellas, así que no me imagino lo que debe ser que te los atraviese un pitón.

El torero a la enfermería, le cosen los médicos y dice que sale de nuevo. Nada más verlo aparecer por el pasillo y enfilar el ruedo se lo dije a mi madre: preparaos, que cambia la tarde. Sólo había que ver la cara de concentración y responsabilidad de Perera, ¡con los huevos cosidos, señores! Y así fue.

Al tercero, de El Puerto de San Lorenzo, lo hizo bueno a base de dejarle la muleta en la cara y templarlo, con paciencia, con colocación. Y cuando montó la espada pensé que iba a acordarse de que hacía media hora que un toro le había reventado pero ¡anda que se apartó! Derechito, derechito y otro estoconazo que tiró al toro sin puntilla. Primera oreja de la tarde.

El cuarto, de Victoriano del Río, sucumbió a la muleta del extremeño como tantos toros esta temporada. De fácil que lo hace parece que los toros son mejores, pero no. Este era un regalito que se defendía de mala manera y que en otras manos hubiese sido visto y no visto. Pero por algo llevamos cantando toda la temporada las virtudes de Perera. Se puso en el sitio, tragó y tragó, corrió la mano y terminó metiendo al toro en la canasta. Los adornos finales por bernardinas, escalofriantes y como no, otra estocada. Segunda oreja que aseguraba la Puerta Grande.

A estas alturas la tarde estaba ya metida en suficientes emociones pero faltaba el plato fuerte. Y de invitado, otro de Valdefresno, al que saludó de capote a pies juntos con inusitado temple. El inicio de la faena de muleta prometía. Dos estatuarios en el más amplio sentido de la palabra -se movió lo justo para sacar el brazo- y al tercero el toro, que venía como un mercancías, se lo lleva por delante empitonándolo en el muslo. Cornada y de las gordas nada más verlo en el suelo. Se conoce que mi madre pegó un brinco y sin querer le dio a la rellamada del móvil. Y allí estaba ella gritando a voces que se metiera el torero, que así no podía torear, que dónde estaba la autoridad. Y con ella, toda la plaza.

Hubo una décima de segundo que pareció que iba a ser así pero de repente Perera sacó fuerzas de sabe Dios dónde -recordemos que no hacía una hora que le habían cosidos los testículos- y pidió que le hicieran un torniquete. Cogió la muleta y allá se fue a por el toro, visiblemente mermado, blanco como la cera y a punto de desmayarse por la sangre perdida. Mi madre seguía desgañitándose y pidiendo por favor que no torease y yo en casa me unía al coro porque veía que en cualquier momento le volvía a echar mano. Pero amigo, los toreros son otra raza, y las Figuras (perdone, Don Miguel Angel que no me haya vuelto a referir a usted como merece) aún más.

Ya no es que aguantara milagrosamente en pie. Es que volvió a repetir la faena del cuarto, tapando los defectos del toro y dejando series hondas, templadas y largas. Resulta obvio añadir que lo tiró del enésimo estoconazo sin puntilla y cortó la oreja más merecida que haya visto la plaza de Las Ventas en mucho tiempo. Aún se me ponen los pelos de punta recordando como cruzó el ruedo con el público en pie gritando ¡torero, torero! y rompiéndose las manos a aplaudir, se paró en la mitad, se guardó la oreja en la chaquetilla y se marchó a la enfermería con la pena de no disfrutar de la Puerta Grande pero con la satisfacción de entrar en la historia con todos los honores.

El sexto de Fuente Ymbro fue el mejor toro de la corrida. Lo mató el sobresaliente David Saleri, que dejó pasar la oportunidad de su vida. Lástima porque podría haber sido el broche perfecto a una tarde que estaba llamada a poner a Perera en lo más alto del toreo.

Ni José Tomás ni historias.

domingo, 28 de septiembre de 2008

Milagro en Singapur


A falta de toros -otra vez la lluvia nos amargó la tarde en la Maestranza- no queda más remedio que hablar del gran triunfador del domingo. Dos orejas y rabo cortó Fernando Alonso en el coso de Singapur. Hacía falta un milagro y este llegó en forma de coche de seguridad cuando más le favorecía. Ya era hora de que la suerte le sonriera,que menudo añito llevamos sus partidarios.

sábado, 27 de septiembre de 2008

San Vicente, ¿qué te hicimos?

Vaya día. Se muere Paul Newman, se rompe el R28 de Alonso cuando parecía que por fin había opciones de hacer algo, se suspende la corrida en Sevilla... Me voy a consultar el santoral y me pregunto, San Vicente de Paúl, ¿qué te hicimos, hombre? Menos mal que Van Nistelrooy sí que toreó en Sevilla y le dio la victoria al Madrid en el último suspiro.

En cuanto a la corrida que todos esperábamos ansiosos, lo cierto es que la cosa empieza a oler en Sevilla. Vale que si se pone a llover no hay tu tía, pero cuentan que a punto de empezar el festejo abrió el día. Vamos, que con una lona se habría solucionado el asunto y a esta hora estaríamos hablando de toros en lugar de cabrearnos con la incompetencia de una empresa que no está a la altura de la categoría de la plaza.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Menos mal


Menos mal. Iba la primera tarde de la Feria de San Miguel bastante cuesta arriba por obra y gracia de los novillos de Guadaira. Antonio Nazaré, que ya me gustó en su comparecencia abrileña en Sevilla, estuvo por encima de su lote. Su primero tenía guasa pues se dejaba dar dos muletazos y al tercero ya estaba mirando y midiendo. Una historia parecida se vivió con el cuarto.

Pero menos mal. El albaceteño Miguel Tendero, que me conquistó en San Isidro, tuvo quizá el peor lote y no pudo dar de si todo lo que lleva dentro. No obstante se justificó y no pierde crédito.

Y menos mal que salió el quinto. Porque Pepe Moral vio como el segundo de la tarde se rajaba muy pronto y no le dejaba lucirse. Pero apareció por chiqueros Lascivito y cambió el signo de la tarde. Novillo muy cuajado, casi toro, apuntó buenas maneras en el capote. Apenas le pegaron en el primer puyazo pero acudió al segundo con una alegría que apenas se ve hoy en día. Y en la muleta fue de menos a más. Comenzó galopando al cite del pase cambiado por la espalda con el que comenzó la faena Moral. Y a partir de ahí el acabose. Metiendo la cara en la muleta, arrastrando el hocico y haciendo el avión. Tanto por la derecha como, sobre todo, por la izquierda. El mérito de Pepe Moral fue darle series cortas y acertar con las pausas entre ellas. Amén de templarlo mucho y bajarle la mano, naturalmente. Y valga la redundancia, porque con la mano izquierda alcanzó los momentos más brillantes.
Merecía otra cosa Lascivito pero el novillero se atragantó de estocada y la espada cayó tendida y atravesada. Aun así se premió la faena con una oreja. Menos mal.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Foto de la temporada

La Monumental de Barcelona a reventar, José Tomás indulta a un toro de Nuñez del Cuvillo y sale a hombros con la senyera. Eso no hay Carod Rovira que lo resista...

¡Visca la festa a Catalunya!

viernes, 19 de septiembre de 2008

Salamanca tierra mía...

Pasó la Feria de Salamanca y un año más que, por lejanía y trabajo, no asomamos por el coso de La Glorieta. Así que la hemos seguido en la distancia, a través de las crónicas por la red y de algunos comentarios de allegados que sí lo han vivido en primera persona.

Abrió ciclo la novillada de José Cruz, hierro que debutaba y que dejó un excelente sabor de boca. Lástima que los novilleros no estuvieran a la altura del ganado. Daniel Martín, Juan Siro y Román Pérez dejaron pasar un tren de los que no conviene.

El día 12 se repitió de alguna manera la historia. La corrida de Adelaida Rodríguez debió ser mejor aprovechada por la terna y sólo Leandro Marcos arrancó una oreja al sexto tras una buena faena. Javier Castaño y sobre todo Juan Diego se estrellaron cuando más lo necesitaban.

El show del palco presidencial dio comienzo el 13. No es que Salamanca se haya caracterizado por su exigencia pero uno recuerda tiempos mejores, los de Alberto Gallego sin ir más lejos. El actual equipo, en su 50%, deja mucho que desear en ese aspecto. De ello se aprovechó Sebastián Castella, que llegaba sustituyendo a Enrique Ponce y acabó saliendo por la Puerta Grande, en un exceso de generosidad del señor Cubino. El francés estuvo muy por debajo de un gran toro de Garcigrande pero dio igual, el señor presidente decidió enterrar un poco más el prestigio de la plaza, que ya había hecho trizas regalando otra oreja a Manzanares junior. El niño del Niño, que cerraba el cartel, en su línea de incapacidad, salvo momentos puntuales con el capote.

Menos mal que al día siguiente presidió Tello, que para eso de las orejas demuestra más rigor. Y esta vez sí que fueron justas, tanto las dos de López Chaves -¡qué falta le hacía esto a Mingo!- como las de de Barrera y Juan Bautista. Tarde pues de triunfo, merced al gran comportamiento de los toros de La Campana.


El huracán Perera, el mismo que lleva arrasando toda la temporada allá por donde va, pasó por La Glorieta el día 15. Tres orejas cortó el angelito, dos de ellas inventándose el toro y demostrando que hoy por hoy es el sheriff del escalafón. Morante de la Puebla regaló pasajes de gran mérito con el capote pero se estrelló con un lote imposible. Y Julio Aparicio ni quiso ni pudo. Los toros de El Vellosino no destacaron especialmente.

Y llegó el día T. La reventa por las nubes, los tendidos llenos, los del clavel a pleno rendimiento y José Tomás en la arena. Y mira tú por donde se pudo ver su mejor versión, aquella que conquistó a los aficionados en su primera etapa. Nada que ver con esa reedición de manoletismo mal entendido que parece volver locos a los Sabinas, Serrats y Bosés como profetas del unicejo de Galapagar. Así es que la gente venía de casa ya con el pañuelo en la mano y encima JT estuvo bien, qué coño más da que pinchara dos veces, había que darle la oreja y que saliera a hombros para amortizar la entrada. A su lado destacó un torero que lleva una temporada espectacular. El Fundi cortó una oreja a un complicado toro de El Pilar, de esas que valen su peso en oro. En medio de ese paisaje, va Alberto Revesado y se pone a tomar la alternativa.Y ocurrió lo que tenía que ocurrir...

La nota ganadera más baja quizá la dio la corrida de Valdefresno, lidiada el día 17. Con ella destacó Javier Valverde, que cortó sendas orejas, una de ellas más merecida que la otra, y abrió la Puerta Grande. Detallazo brindando uno de los toros a Victoriano García El Legionario, que picó su último toro en La Glorieta. Manuel Jesús El Cid anduvo fácil con su segundo e inexplicablemente Cubino le regaló un apéndice después de una fea estocada. Completó cartel El Fandi, del que no me explico qué pinta en una feria como la charra. En realidad no me explico qué pinta en el toreo, pero eso es otra historia.

Y a falta de la corrida de rejones, ayer se cerró la Feria con la corrida de Hermanos García Jiménez. Extraordinaria corrida que sirvió en bandeja el triunfo para El Juli, Miguel Angel Perera (otra vez) y Eduardo Gallo, que consiguió engancharse al clima de triunfalismo de la tarde y superó los altibajos de una temporada tirando a regular. Se cortaron siete orejas que debieron ser muchas menos pero la gente salió toreando, dicen...

En resumen, que debe haber sido de las Ferias más entretenidas de los últimos años y yo sigo echando mucho de menos a don Alfonso Navalón.

martes, 9 de septiembre de 2008

Un respeto

Ocurrió el pasado domingo en Barco de Avila. Una plaza bastante antigua, con los tendidos de piedra y sin callejón. Así que los mozos de espadas se pertrechan en un burladero y apoderados, y demás fauna que acompaña a los toreros se colocan en el propio tendido. Al pie nuestro se situó el equipo de José German, novillero madrileño que abría el cartel. En su primera actuación, cortó dos generosas orejas y aún hubimos de soportar a un miembro de su cuadrilla pidiendo a gritos el rabo. Pero el colmo vino en el segundo de su lote. La cosa se quedó en una vuelta al ruedo pero asistimos al lamentable espectáculo de un señor de su entorno, no sé si apoderado, padre o jefe de prensa, que puesto en pie reclamaba a voces la oreja. Nadie la pedía pero él se desgañitaba haciendo el ridículo: ¡la orejaaaa, la orejaaaaaaaaa!

Ya sé que Barco no es Madrid, ya sé que a los novilleros no hay que medirlos con la severidad de las figuras, pero de ahí a rebajar la categoría de la plaza a esos extremos va un mundo. Un respeto, señor de melena y pantalón y camisa blanca.

Por cierto, que en ese festejo destacó, amén de un excelente novillo de Pedrés, el novillero Fernando del Toro. Excelente conocimiento de los terrenos, gran temple y saber darle la distancia adecuada al novillo fueron sus armas. Habrá que seguir su trayectoria.

martes, 27 de mayo de 2008

Perera gana crédito

El primero de Miguel Abellán fue un manso de solemnidad. De salida, muy parado y distraido, se frena en el capote, en el caballo mansea y en banderillas aprieta muchisimo. Pero ahí estaba el Chano para dejar dos grandes pares y terminar saludando. En la muleta, el primero lo tomaba a favor de querencia pero al segundo pase mide, mira y se cuela. Abellán lo intentó, pero terminó por no darse coba,machetearlo y coger la espada. Estocada caida que sirve. El cuarto fue otra birria pero el torero dio un sainete con la espada.

El Juli sigue sin entrar en Madrid. Anduvo queriendo con el incomodísimo segundo, otro regalito que tiraba el tornillazo al final de cada pase, pero no hubo forma. Para colmo estuvo horroroso con la espada, primero con un metisaca que cayó bajísimo, luego un pichazo y finalmente una estocada caida perdiendo la muleta. En el quinto, al que picó muy bien Diego Ortiz, dejó una serie estimable por la derecha pero no era su tarde.

Y el triunfador de la tarde fue el extremeño Miguel Ángel Perera. Empezó su trasteo con veronicas a pies juntos a un toro, el tercero, mucho mas franco que los anteriores y que ya en banderillas dejó ver que el pitón bueno era el izquierdo. Perera se plantó en el centro del ruedo y citó de muy lejos. Acudió el de Fuente Ymbro y repitió algo rebrincado pero tomando la muleta. Otra serie más en corto fue mejor pero con algún enganchón, eso sí, espectacularmente rematada con el de pecho. Molestaba el viento y probó con la izquierda. Siguió el toro rebrincado, pero fue la mejor serie. Perera fue cerrando al toro y acortando las distancias, para terminar con unas manoletinas y arrearle un estoconazo algo caido que lo tira sin puntilla. Hubo fuerte petición de oreja pero el usía dijo que nones.

En el sexto Perera hizo un gran esfuerzo con un toro malo. Estuvo muy firme y valiente, pudiendo siempre al animal. Curiosa pelea la que libraron: el toro que se quería ir a tablas y el torero empeñado en sacarlo a la raya, en un a ver quien puede más emocionante. Hubo una colada espeluznante en la que el toro le puso el piton en la mejilla pero ahí se quedó quieto, impasible, y terminó ganando la pelea. Lástima de estocada entera pero caida. No hubo tampoco trofeos pero Perera sale muy reforzado.

lunes, 26 de mayo de 2008

El Ruso grave y el palco, generoso


La tarde tuvo su cara y su cruz. O mejor debería decir dos cruces, porque la oreja y la vuelta al ruedo al cuarto novillo de Guadaira fue una frivolité del presidente, a medias con el público. Pero la auténtica desgracia la vivimos en el primero, que cogió de mala manera al banderillero El Ruso y le dejó una cornada grave. Quiso lucirse y pasó en falso, el novillo hizo hilo con él y no hubo forma de quitárselo: lo persiguió con saña hasta que lo alcanzó. Daban escalofríos escuchar al doctor Padrós explicando la operación, que duró casi toda la novillada.

A ese primero lo pasaportó Manuel Ocaña El Sombrerero. Curioso apodo, y aunque parezca poco taurino he descubierto que ya hubo un torero así llamado a finales del XIX. El caso es que este moderno Sombrerero se encontró con el mejor novillo de la tarde, el cuarto, que si bien tuvo calidad en la muleta no se comportó en el caballo como para que se le diera la vuelta al ruedo. Pero ya hemos dicho que la presidencia estaba generosa. Le hizo las cosas bien el novillero excepto a la hora de montar la espada pero aún así, arrancó la oreja.

Sus compañeros de cartel, Juan Luis Rodríguez y José Manuel Mas pasaron inadvertidos para el público, aunque dejaron detalles de saber torear. Pero no sé por qué se les midió con rigurosidad. Tuvieron la mala suerte de que dos de sus novillos se destrozaran tras sendas volteretas y no diesen más de si.

domingo, 25 de mayo de 2008

Con ustedes, Israel Lancho


Curioso contraste: el torero joven triunfando, el torero añejo en la enfermería con dos cornadas. Tarde de emociones, sin duda, gracias a Israel Lancho y a Frascuelo. En medio un desdibujado Iván García, al que sigo sin entender quién le ha engañado para que pretenda ganarse la vida como torero.

La corrida de Celestino Cuadri sufrió baile de corrales por la mañana y quedaron sólo cuatro toros, completándose con dos de San Martín. Precisamente con uno de ellos confirmó la alternativa el extremeño Israel Lancho. Deslucida efeméride pues el toro cantó su mansedumbre pronto y llegó a la muleta con la única intención de defenderse. En vano fueron los intentos del torero por domeñarlo y en una de esas lo prendió por el muslo. El primer milagro fue que lo enganchó de la taleguilla y no caló en la carne; el segundo, que escapara de los dos derrotes que le tiró en el suelo. Se levantó Lancho y siguió haciendo gala de un valor seco que no merecía el toro. Lo mejor, con todo, fue el brindis a su asesor artístico, Andrés Vázquez. Entrañable imagen la del torero zamorano saliendo al tercio a recoger la ovación de Las Ventas: se le notó que volvió a sentirse torero por un momento.

El padrino de alternativa, Frascuelo, había recibido una sonora ovación al terminar el paseillo y se notaba que la gente estaba con él. Algo tiene este hombre, desde luego. Le tocó en segundo lugar el otro San Martín, que desde que salió pareció mucho mejor que su hermano. Permitió lucirse a Iván García en un quite y sobre todo a Luis Carlos Aranda en el tercio de banderillas. Andaba Frascuelo con ganas, creía en el toro y en él mismo y brindó al público. El inicio de faena doblándose por bajo tuvo sabor de otra època. Luego se fue a los medios, lo citó de lejos y el toro se vino. Esa primera tanda no fue tanto brillante como de emoción. Y se la echó a la izquierda y el primer natural salió bueno pero no sé si el error fue de colocación para el segundo o simplemente que las facultades se resienten con la edad, el caso es que quedó descubierto, el toro lo vio y se acabó la historia. Una cornada en una pierna, otra en la otra ya en el suelo, dramáticos instantes hasta que le quitaron el toro pero ya se veía que la cosa era para preocuparse. El parte del doctor nos sacó de dudas.

Así que la corrida quedó en un mano a mano entre el novato e Iván García, que terminó matando ese toro. El primero de su lote, ya de Cuadri, fue un toro de medias arrancadas. No tomaba mal la muleta pero por sistema se quedaba corto. Mal con la espada el madrileño. Con el quinto debió estar mucho mejor pero no se confió en ningún momento con el toro, que sin ser bueno pudo lucir más con otro planteamiento de faena. El que sí estuvo bien fue Raúl Adrada con las banderillas.

Lancho se pegó un arrimón sin venir a cuento con el cuarto pero su predisposición y ganas de agradar tuvieron finalmente recompensa en el sexto. Un señor toro, probablemente el mejor de lo que va de Feria, de esos que descubren a los buenos toreros... y a los malos. Y Lancho pasó la prueba. Con apenas cinco actuaciones a sus espaldas, demostró más aplomo y conocimiento de los terrenos que algún hijo de que terminó la temporada pasada con treinta. Si acaso pecó de dar tandas demasiado largas pero se le perdona.

Y encima tiene valor, el necesario para aguantar sin pestañear al toro en los medios y largarle un pase cambiado de impresión. O para no inmutarse cuando casi se lo lleva por delante en el remate de una serie. Desplegó Lancho un toreo del bueno, aprovechando la excelente embestida de Aragonés, que así se llamó el toro. Pero donde la faena alcanzó sus más altas cotas fue por el pitón izquierdo. Tardó en verlo Lancho pero cuando planteó el trasteo con la zurda llegaron unos naturales de nota altísima. Iba la faena para premio importante pero de nuevo la espada (sigo acordándome de El Cid) fue la cruz del torero. Estocada feísima que hizo guardia y adiós a los trofeos. Después le metió un estoconazo pero el daño ya estaba hecho. Se le pidió con muchísima fuerza la vuelta al ruedo pero el torero no estaba para fiestas. No obstante puede dormir tranquilo. No hubo orejas pero le debe servir.

sábado, 24 de mayo de 2008

Leonardo Hernández, a la Puerta


Como ocurrió el sábado pasado, no vi el festejo de rejones, así que me limito a reseñar lo que dicen las crónicas. Ocho toros de Flores Tassara, bastantes mansitos, salvo el primero y el último. Festejo larguísimo, casi tres horas.

Álvaro Montes sufrió una fea caida en su primero y arrancó una oreja al segundo de su lote más a la voluntad que a la brillantez.

Moura Caetano
pasó sin pena ni gloria en sus dos toros. Joao Moura hijo pudo cortar la oreja a su primero de no fallar con el rejón de muerte. Con el séptimo estuvo por encima de las condiciones del animal pero sin brillantez.

Y Leonardo Hernández cuajó la mejor actuación de la tarde en el que cerraba plaza al que cortó una meritoria oreja. Ya en su primero tuvo una fuerte petición y dio dos vueltas al ruedo.

viernes, 23 de mayo de 2008

Es otra cosa


Iba la tarde cuesta arriba, tirando a coñazo, por obra y gracia de los toros de Victoriano del Río. El que abrió plaza anunció la flojedad que vendría a ser denominador común en los dos que le siguieron.
Morante de la Puebla lo probó por abajo y enseguida cantó. El segundo fue un calvario para El Juli, que se debatió entre atacarlo por abajo, donde el toro se derrumbaba, o llevarlo a media altura, donde se defendía punteando la muleta. Y el tercero, tampoco iba más allá de la mitad del viaje y se defendía a base de cabezazos. Manzanares abrevió con buen criterio.

Llovía en Las Ventas -en realidad no había dejado de hacerlo desde que comenzó el paseíllo, pero la nota meteorológica le añade épica a lo que sucedió- cuando asomó el cuarto. Cubano se empleó en el caballo hasta que derribó y ahí aparecieron Morante y su capote. Primero por verónicas, luego por delantales y siempre con las medias de remate. La locura.

El toro apuntaba grandes cosas e inexplicablemente el torero le dio unos terrenos dignos de manso. Luego rectificó y el toro lo agradeció. Mejor por la derecha que por la izquierda, hubo series de verdadero mérito. Sin ser una faena de escándalo -tuvo sus enganchones- sí que tuvo el sello personalísimo de un torero distinto, sobre todo en una serie final de naturales a pies juntos. Lo pinchó en el primer intento y dejó luego una estocada perdiendo la muleta. La oreja protestada es lo de menos. Lo que queda claro es que Morante es otra cosa.

El Juli sigue teniendo su cuota de detractores en Madrid. Su faena al quinto tuvo mérito, mucho mérito pero aún así le protestaron. Dejó el toro crudo en el caballo y éste llegó al último tercio con una embestida violenta. Pero supo aguantar el torero y meterlo poco a poco en la muleta para acabar la faena con unos muletazos por abajo de gran calidad. Sin embargo, emborronó con la espada esa buena labor, al tratar de matarlo recibiendo. Después de un recital de pinchazos llegó la estocada pero ya era tarde.

Y cerró la tarde Manzanares con el toro de mejor son. Lástima de falta de fuerzas porque otro gallo hubiese cantado. Aún así, mientras se dejó, el torero se gustó con él, especialmente en varios cambios de mano bellisimos. Y la estocada, en todo lo alto.

jueves, 22 de mayo de 2008

Tocados y hundidos


Si no fuese por Iván Vicente esta crónica la dejaba en blanco. Porque ni César Jiménez ni Eduardo Gallo merecen una sóla línea. Su paso por San Isidro los deja muy, muy tocados, por no decir hundidos. Y luego los toros de Salvador Domecq. Menuda tardecita. Hasta el presidente se sumó a la fiesta y se permitió la frivolité de demorar la devolución del cuarto hasta que tuvo cuatro banderillas colocadas. Con un par, oiga.

Decíamos que salvamos de la quema a Iván Vicente. Nada que ver con el viernes pasado. Al mamut que abrió plaza le sacó dos series de mérito, con el inconveniente del viento y ahí se acabó el toro. Lo mató de lujo, lo mismo que al sobrero de Navalrosal, cuya faena tuvo un guión similar.

César Jiménez no tuvo toro en su primer turno. Y es que lo masacraron en el caballo, a pesar de que el picador se quedó con media puya, tras partirse la vara en el primer encuentro. Pero le sacudió de lo lindo. Y al llegar a la muleta, cualquier parecido del sobrero de Guadalest con un toro de lidia era mera coincidencia. Jiménez se empeñó en lo imposible y lo mínimo que podemos decir es que estuvo pesadito. Y en el quinto, más de lo mismo.

Eduardo Gallo tuvo en sus manos el toro más manejable de la tarde. No estuvo mal con el capote pero con la muleta se mostró cuando menos torpe. Otro adjetivo no cabe cuando comenzó como pedía el toro, dándole sitio y series cortas. Porque si bien el de Salvador Domecq demostraba cierta clase adolecía de fuerza. Y Gallo se empeñó, nadie sabe por qué, en alagar las tandas y acortar los terrenos. Se redimió con el uso de la espada pero el daño ya estaba hecho. El sexto no ofreció opción alguna.

miércoles, 21 de mayo de 2008

Esa verónica de Morenito


El mejor toreo de capa de lo que va de Feria. Así, sin rodeos. Morenito de Aranda firmó unas verónicas de lujo al tercero, el mejor de un desigual encierro de Alcurrucén. De esas que se ven muy de vez en cuando, especialmente la última antes de rematar con tres medias verónicas de cartel. Ese lance lo tuvo todo: enganchó al toro, lo embarcó en los vuelos del capote, la barbilla baja, las manos más aún... Un cartel de toros.

Con la muleta la faena no alcanzó cotas tan altas pero hubo momentos de gran calidad. Por el pitón derecho pero sobre todo por el izquierdo. Morenito, que venía sustituyendo a Joselito Adame, pudo cortar una oreja de no ser por el mal manejo de la espada. En el sexto, de nuevo lució con el capote aunque bajó el tono en la última parte de la faena.

Sebastián Castella remontó su regular actuación de Sevilla. Su primer toro no parecía gran cosa pero el francés acertó con el principio de faena. Por abajo, desengañando al animal, que de pronto pareció romper a bueno. Se comía la muleta el de Alcurrucén, con un punto de brusquedad en la embestida pero repitiendo. Castella tardó en entenderlo pero cuando acertó con las distancias la faena cogió vuelos. Pero igual que mejoró volvió a empeorar en el tramo final y eso enfrió los ánimos. El quinto no valía un duro y nadie le cenusró que tirase por la calle de enmedio.

Enrique Ponce acabó la tarde tan quemado que sugirió que no vuelve a Las Ventas. Lo cierto es que mereció algo más por su labor en el cuarto. Faena de esas que cuesta ver en el tendido, tapándole defectos al toro y exponiendo bastante más de lo necesario a estas alturas de curriculum. Sólo hubo dos cosas que realmente fueron censurables: la longitud de la faena -que en Ponce se ha convertido en costumbre- y el desastroso manejo de la espada. Su primero fue otro regalito que no valía un duro.

martes, 20 de mayo de 2008

Un globo, dos globos, tres globos...


Cuando pinchas un globo descubres que dentro no hay nada. Bueno, aire, pero como si nada. Poco más o menos le ocurre a Juan Bautista. El francés lleva una temporada en preocupante cuesta abajo y cada vez que pinchamos sale aire. Se libró en Sevilla por la suspensión pero en Madrid sus dos tardes han sido la prueba de que pierde crédito a chorros. La corrida de Las Ramblas no ha sido para tirar cohetes pero desde luego su lote daba para mucho más. Grandotes los toros, enormes algunos (659 kilos dio en la báscula el quinto) pero con sus cositas.

Como el primero de Bautista, que descubrimos en un quite por gaoneras de Serafín Marín. El toro se desplazaba y el torero imprimió demasiadas prisas a su faena. Ni siquiera una buena estocada sirvió para que el público lo tomara en serio. Y en el cuarto poco más o menos.

Serafín Marín, que venía de un serio percance, tragó lo suyo al segundo -quizá el peor de la tarde- en una faena con escaso eco en los tendidos pero con un fondo de profesionalidad. Con el mentado quinto, un búfalo con cierta nobleza, tuvo el mérito de darle distancia y tratar de enseñarle a embestir. Lo mejor, el estoconazo con que lo tumbó.

Y Matías Tejela, que también reaparecía después de la cogida de Nimes, estuvo muy perdido toda la tarde. En su descargo hay que decir que tuvo un lote infumable pero en Madrid hay que estar un poquito más entregado. Su primero le desbordó en el capote y tuvo que parárselo un enorme Luis Miguel Villalpando. Luego no supo plantear la lidia y anduvo a merced del animal. Con el que cerraba plaza tampoco se confió en ningún momento.