jueves, 8 de mayo de 2008

La primera en la frente


Le está bien empleado al ganadero. Cuando uno le pone de nombre a un toro Enfermo se merece que le salga una corrida como la que echó el propietario de Martelilla para inaugurar la Feria de San Isidro 2008. Los que no lo merecimos fuimos el público ni los toreros. Válgame el Señor, que colección de inválidos y desrazados...

Con semejante material no sería justo cargar las tintas contra los toreros. Antón Cortés abrió plaza y Feria con el mentado Enfermo y poco pudo hacer ante un astado que se pasó la mayor parte de la faena por los suelos. Con el cuarto, quizá el único medio potable dejó detalles con el capote, aunque con la muleta no acertó a plantear la faena adecuada y terminó recibiendo un dramático varetazo, afortunadamente sin mayores consecuencias.

Eduardo Gallo no tuvo ninguna opción en su lote. Imposible juzgarle salvo para reconocer el mérito de la estocada al quinto.

Ambel Posada se las vio con el tercero bis, otro regalo del hierro de Albarreal que pegó arreones de manso en el caballo, derribando por dos veces, y terminó hecho un marmolillo en la muleta. En el sexto dejó destellos pero sin llegar al público, que a esas alturas no estaba ya para muchos esfuerzos.

Y mientras en Nimes se lo deben haber pasado pipa con Sebastian Castella, que cortó cuatro orejas y rabo...

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