martes, 27 de mayo de 2008

Perera gana crédito

El primero de Miguel Abellán fue un manso de solemnidad. De salida, muy parado y distraido, se frena en el capote, en el caballo mansea y en banderillas aprieta muchisimo. Pero ahí estaba el Chano para dejar dos grandes pares y terminar saludando. En la muleta, el primero lo tomaba a favor de querencia pero al segundo pase mide, mira y se cuela. Abellán lo intentó, pero terminó por no darse coba,machetearlo y coger la espada. Estocada caida que sirve. El cuarto fue otra birria pero el torero dio un sainete con la espada.

El Juli sigue sin entrar en Madrid. Anduvo queriendo con el incomodísimo segundo, otro regalito que tiraba el tornillazo al final de cada pase, pero no hubo forma. Para colmo estuvo horroroso con la espada, primero con un metisaca que cayó bajísimo, luego un pichazo y finalmente una estocada caida perdiendo la muleta. En el quinto, al que picó muy bien Diego Ortiz, dejó una serie estimable por la derecha pero no era su tarde.

Y el triunfador de la tarde fue el extremeño Miguel Ángel Perera. Empezó su trasteo con veronicas a pies juntos a un toro, el tercero, mucho mas franco que los anteriores y que ya en banderillas dejó ver que el pitón bueno era el izquierdo. Perera se plantó en el centro del ruedo y citó de muy lejos. Acudió el de Fuente Ymbro y repitió algo rebrincado pero tomando la muleta. Otra serie más en corto fue mejor pero con algún enganchón, eso sí, espectacularmente rematada con el de pecho. Molestaba el viento y probó con la izquierda. Siguió el toro rebrincado, pero fue la mejor serie. Perera fue cerrando al toro y acortando las distancias, para terminar con unas manoletinas y arrearle un estoconazo algo caido que lo tira sin puntilla. Hubo fuerte petición de oreja pero el usía dijo que nones.

En el sexto Perera hizo un gran esfuerzo con un toro malo. Estuvo muy firme y valiente, pudiendo siempre al animal. Curiosa pelea la que libraron: el toro que se quería ir a tablas y el torero empeñado en sacarlo a la raya, en un a ver quien puede más emocionante. Hubo una colada espeluznante en la que el toro le puso el piton en la mejilla pero ahí se quedó quieto, impasible, y terminó ganando la pelea. Lástima de estocada entera pero caida. No hubo tampoco trofeos pero Perera sale muy reforzado.

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