martes, 29 de junio de 2010

Mata el olvido

Hoy hace un año que el teléfono me despertó sobresaltado. Al otro lado, la voz entrecortada de mi hermano Javier me daba la noticia. Ha pasado un año y el sentimiento aún es de incredulidad. Todo el mundo que había pasado por esto antes me recomendó paciencia y tiempo y así es. Con el paso de los meses vas asumiendo el asunto y va haciendo callo en el alma. Pero todavía hoy me parece increíble no tenerte, no poder hablar contigo de toros, de túneles o del lucero del alba.

Hoy hace un año alguien me dijo que no mata la muerte, mata el olvido. Así que, tal y como nos comprometimos, papá, no has muerto. Porque no ha pasado un sólo día en el que no nos hayamos acordado de ti. Por unas cosas o por otras, unas buenas, otras no tanto, pero has estado presente en todas las conversaciones y en todos los encuentros. Y así va a seguir siendo.

Hoy todo el mundo va a estar pendiente del partido de fútbol. A esa hora nosotros cambiaremos los gritos de ánimo por silencios de recuerdo y oraciones. Para que sigas estando con nosotros, para que cada vez que tengamos una duda de cómo encarar alguna situación sigamos escogiendo la opción "¿Qué haría papá en un caso así?"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Papá desde donde esté, se sentirá orgulloso de lo que has escrito y contento. No dejes de seguir haciéndolo.

Irene dijo...

Que razon tienes! Intentaremos que nuestro dia de hoy sea mejor que el de hace 3 anos. Recordarle a el siempre te regala una sonrisa gracias a Dios!

Un fuerte abrazo a todos. Nos vemos en Gijon!! Me llevo a tu hija a los toros de regalo de cumpleaños ;-)))