lunes, 14 de marzo de 2011

Cuando algo se mueve

Tuvo sus cositas la novillada. Para empezar, el ganado de Javier Molina se movió más que las dos primeras corridas juntas. Lo cual tuvo efectos dispares. En el caso de Juan del Álamo, por ejemplo, sirvió para comprobar que tiene el rodaje practicamente hecho. Lo demostró con el segundo de la tarde, al que paró muy bien con el capote y al que fue capaz de domeñar sus feas intenciones por el pitón izquierdo y terminó metiendo en la muleta. Una estocada corta pero efectiva le valió una oreja. Con el imposible quinto, no pudo redondear la tarde.

Con Jesús Duque fue un poco al contrario. Evidenció importantes carencias el novillero de Requena pero no se le puede poner un pero a sus ganas de agradar. Quizá por eso cortó una oreja en el sexto y el margen de mejora es muy amplio. Eso sí, o aprende a coger un capote o va a durar dos tardes en esto.

El tercero en liza, el novillero francés Thomas Dufau también tuvo su trofeo. Fue en el cuarto, tras una faena muy firme a un novillo que ya avisó en un quite de Juan del Álamo y volvió a demostrar sus intenciones al segundo o tercer muletazo. Se libró Dufau de la cornada por milímetros y a partir de ahí, ninguna duda hasta conseguir meterlo en la muleta. En cambio en su primero no acertó con las distancias y pasó más desapercibido.

(Fotos: Burladero.com)

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