Iván García se las vio en primer lugar con un toro que repetía en la embestida a base de dejarle la muleta en la cara, lo que no siempre hizo el de Móstoles, de modo que el Cuadri se terminó apagando como una vela. Media estocada desprendida fue suficiente para que se echara el toro. Con el quinto, lo mejor fue el saludo con el capote y una decorosa pelea en varas. A partir de ahí, ni chicha ni limoná.
Fernando Cruz se encontró con el peor toro, valga la redundancia. En semejante tesitura, el madrileño estuvo más que digno aunque, lógicamente, sin brillantez. El sexto, en la línea de la corrida, fue de más a menos y le permitió algún lance de mérito antes de venirse abajo .
Una tarde para olvidar en la que conocimos la noticia de que José Tomás estará por fin en Madrid, aunque todo indica que sin televisión.
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