os madridistas nos refocilamos en su derrota para justificar nuestros fracasos. Tócate los huevos.Como todo el mundo sabe, el día que el Lyon eliminó al Madrid hordas de culés acudieron en peregrinación a las iglesias a ofrecer novenas y todos ellos, sin excepción, lamentaron la derrota del equipo blanco. Así es que los malvados madridistas, en justa correspondencia, deberíamos haber llorado anoche como
mujeres lo que otros no supieron defender como hombres.Que la culerada llevase dos eliminatorias coreando el "sí, sí, sí, nos vamos a Madrit"es previsión. Si lo hace el Bernabeu es prepotencia. Que Valdés se arroje al cuello de Mourinho es defensa propia. Si lo llega a hacer Casillas el día del 2-6 con Piqué es chulería. Que el club monte el numerito del riego por aspersión en plena celebración del Inter es un accidente, o incluso una medida inteligente para evitar incidentes. Si se le ocurre hacerlo al Madrid mientras Joan Gaspar daba saltos alborozado tras ganar la Copa es mal perder. En fin, que no sé de qué me sorprendo.

Dicho lo cual, tres cositas para evitar malentendidos:
- No quiero a Mourinho en el Madrid, yo confío en Pellegrini.
- La eliminación del Barça no me consuela en absoluto de que mi equipo lleve varios años sin pasar de cuartos.
- Lo del Marca en general y lo de su director en particular es de vergüenza ajena, lo mismo que lo de los que anoche se fueron a celebrar no se sabe qué a la Cibeles.
¡Hala Madrid!







