
Hoy es de esos días que hay que dar el protagonismo a los toros. La corrida de ayer en Valencia tuvo un claro triunfador: Nicolás Fraile. Interesantísimo encierro el que envió el ganadero de Valdefresno desde la dehesa charra al coso de la calle Xátiva. Haciendo honor a su encaste Atanasio-Lisardo, todos los toros fueron de menos a más, con algunos ejemplares realmente notables -tercero y cuarto- y uno sencillamente excepcional, el primero.
La tarde dejó además dos grandes noticias: la recuperación de Miguel Tendero tras el bache de Vistalegre y la presentación del torero mexicano Arturo Macías. Firmó Tendero la mejor faena, al tercero de la tarde, pero no se puede torear tan bien y matarlo tan mal. Ahí tienes a Juan Bautista, que estando por debajo de las condiciones del cuarto, le recetó una estocada con la que cortó una oreja. Claro qu
e ya daba igual porque el francés cometió el delito de dejarse ir con las dos a Bellotito, que así se llamó el que abrió plaza.
¡Qué toro, señores! Apuntó maneras en el segundo puyazo y en el grandioso quite por gaoneras que instrumentó Arturo Macías. Pero fue en la muleta- de menos a más, dijimos- donde sacó el fondo bueno. Alegre, galopando, con el
morro por el suelo y repitiendo incansable la embestida. Y enfrente un Juan Bautista desbordado por las circunstancias, que toreó bien -era imposible torear mal ese toro- pero muy por debajo del de Valdefresno. Eso sí, dejó una buena estocada y la petición de oreja se quedó en vuelta al ruedo.
Arturo Macías se
presentaba en España e hizo lo mejor que puede hacer un torero: dejarnos con ganas de volver a verle. Muy firme, valiente y decidido, ya hemos apuntando el extraordinario quite que hizo al primero de la tarde. No tuvo suerte con su lote, de hecho se llevó los toros más complicados, pero se sobrepuso a base de voluntad y buen hacer. Le arrancó una oreja al quinto, que embestía continuamente con la cara alta, a base de ponerse y poderle. Y remató con una estocada tirándose con toda la fe del mundo, de la que resultó prendido y herido. Lo dicho, hay que seguir a este muchacho, que va a funcionar.
Miguel Tendero tiene un problema serio con la espada
y tiene que solucionarlo pronto. No puede ser que uno sea capaz de acoplarse a la embestida despaciosa del tercero, que dé los mejores y más lentos muletazos de la tarde y que se le escapen las orejas en un recital interminable de pinchazos. No nos dio tiempo a verlo con el último porque le mandó a la enfermería al poco de comenzar la faena. Afortunadamente, ni el mexicano ni el albaceteño tuvieron tabaco gordo.
La tarde dejó además dos grandes noticias: la recuperación de Miguel Tendero tras el bache de Vistalegre y la presentación del torero mexicano Arturo Macías. Firmó Tendero la mejor faena, al tercero de la tarde, pero no se puede torear tan bien y matarlo tan mal. Ahí tienes a Juan Bautista, que estando por debajo de las condiciones del cuarto, le recetó una estocada con la que cortó una oreja. Claro qu
e ya daba igual porque el francés cometió el delito de dejarse ir con las dos a Bellotito, que así se llamó el que abrió plaza.¡Qué toro, señores! Apuntó maneras en el segundo puyazo y en el grandioso quite por gaoneras que instrumentó Arturo Macías. Pero fue en la muleta- de menos a más, dijimos- donde sacó el fondo bueno. Alegre, galopando, con el
morro por el suelo y repitiendo incansable la embestida. Y enfrente un Juan Bautista desbordado por las circunstancias, que toreó bien -era imposible torear mal ese toro- pero muy por debajo del de Valdefresno. Eso sí, dejó una buena estocada y la petición de oreja se quedó en vuelta al ruedo.Arturo Macías se
presentaba en España e hizo lo mejor que puede hacer un torero: dejarnos con ganas de volver a verle. Muy firme, valiente y decidido, ya hemos apuntando el extraordinario quite que hizo al primero de la tarde. No tuvo suerte con su lote, de hecho se llevó los toros más complicados, pero se sobrepuso a base de voluntad y buen hacer. Le arrancó una oreja al quinto, que embestía continuamente con la cara alta, a base de ponerse y poderle. Y remató con una estocada tirándose con toda la fe del mundo, de la que resultó prendido y herido. Lo dicho, hay que seguir a este muchacho, que va a funcionar.Miguel Tendero tiene un problema serio con la espada
y tiene que solucionarlo pronto. No puede ser que uno sea capaz de acoplarse a la embestida despaciosa del tercero, que dé los mejores y más lentos muletazos de la tarde y que se le escapen las orejas en un recital interminable de pinchazos. No nos dio tiempo a verlo con el último porque le mandó a la enfermería al poco de comenzar la faena. Afortunadamente, ni el mexicano ni el albaceteño tuvieron tabaco gordo.
1 comentario:
No tengo nada que decir, como siempre....sigue. Besos
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