sábado, 29 de julio de 2023

Tú al Mercadona, yo al Carrefour



    Lo de pasar las vacaciones en el pueblo habrá quien lo vea como un plan menor. Pudiendo irte a un hotel donde veinte ingleses borrachos -valga la redundancia- alojados en tu misma planta no te dejen dormir, donde tengas que hacer cola en un buffet para comer y pelearte con hordas de profesionales de la toalla por una parcelita de playa en la que llenarte de arena, es que no hay color, vamos.

    Aquí desayunas con el sonido del gallo cantando, comes verdura recién cogida de la huerta, huevos caseros y el mejor embutido del mundo pero dónde va a parar, esto es de pobres. Pues chico, yo no cambio la cerveza del chiringuito por la de mis bares de cabecera, donde a diario me deleitan, ora con un pincho de jeta, ora de callos o para no complicarnos la vida, unas raspitas de jamón sobre un pan untado en aceite. Y qué pan, oiga. 

    Por si acaso este plan os parece aún poco atractivo, este año el ayuntamiento se ha adherido a un programa de la Diputación de Salamanca que se llama Noches de Cultura. Una iniciativa maravillosa, que acerca a los pueblos diversas actuaciones tanto de teatro, como de música y proyecciones de películas. En nuestro caso, debutamos anoche con un espectáculo de humor que nos tuvo con la carcajada en la boca durante más de una hora. Los artífices del asunto son dos tipos absolutamente desvergonzados que responden al nombre artístico de Maestro Ruiz y Miguelón. La puesta en escena que trajeron se llama Fuga en Mi Renol, lo que ya nos da una idea del cachondeo que se avecina.

    La cosa va de una sucesión de números de lo más variopinto. Desde el inicio con un blues dedicado a las madres sobreprotectoras, a don Quijote y Sancho Panza vagando por la Mancha y recibiendo whastapps de su autor (mira, me ha escrito Cervantes/ Toma, claro), la actuación del dúo Bebo JB y el Gamba, (descubiertos por Fernando Trueba, que tiene un ojoooo), dos curas con confesiones inconfesables, entrevistas al burro Platero y al toro que mató a Manolete, una desternillante versión del Let it be de los Beatles dedicada a la línea 3 de autobús de Salamanca, Garrido-San José y un final apoteósico con la participación del público, al que envían de compras a un supermercado o a otro en función del sexo. Tú a Boston y yo a California pero con Mercadona y Carrefour y en vez de maletas, que si quiere bolsa.

  La función se desarrolla en un escenario mínimo en el que todo el protagonismo lo llevan estos dos artistazos. Ellos se lo guisan y ellos se lo comen, se bastan y se sobran con su sentido del humor y su talento musical. Y todo ello a la fresquita de la noche, en el frontón del pueblo, con un techo de estrellas y una luna ya casi llena que no se perdió un detalle.

    ¡Vivan los pueblos y viva la cultura!

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