Y llegó el Domingo de Resurrección. El día en que nos adelantamos al Lunes de Aguas -ya os contaré de qué va para los que no lo conocéis-y nos tiramos de cabeza al hornazo antes de emprender camino de vuelta a Asturias. Nos quedamos con las ganas pero gastronómicamente hablando, tampoco lo hicimos mal hoy. Echamos a pelear un tinto de Toro buenísimo con foie navarro, carne salmantina y queso de los Picos de Europa. Y oye, se entendieron de maravilla entre ellos.
Se acaba esta Semana Santa tan peculiar y mañana toca volver a la rutina. Con la novedad del fin del confinamiento para algunos sectores y la incertidumbre de si será una buena idea o servirá para desandar el camino de estos días. Lo cierto es que las cifras, aunque escalofriantes, siguen con la tendencia a mejorar. Pero conociendo la idiosincrasia española, no sé yo si será contraproducente, que aquí ya sabemos que nos dan la mano y nos tomamos el brazo entero.
En fin, que sea lo que tenga que ser y ¡feliz Pascua!
No hay comentarios:
Publicar un comentario