lunes, 27 de abril de 2020

Diario de una familia enclaustrada: día 46

Me reafirmo en lo que dije ayer. Hoy volvimos a dar un paseo y nada de barullos, antes al contrario, gente perfectamente organizada y cumpliendo las recomendaciones. Así que sigo pensando que las imágenes que corrieron ayer por las redes sociales no reflejaban la realidad. O al menos, la mayor parte de la realidad. Lo cierto es que los míos se lo han pasado pipa. Hoy se animaron con la bicicleta y los patines con lo que yo, que iba de peatón, llevé la peor parte. Pero agradezco también el ejercicio, que me estaba acartonando por momentos.

Lo que también he agradecido muchísimo han sido las imágenes de la Consejera de Salud de Castilla y León, Verónica Casado, que en una comparecencia en el parlamento autonómico ha roto a llorar al recordar a sus compañeros fallecidos-ella es médico- por culpa del coronavirus. Ha pasado un rato malísimo pero ha sido capaz de reponerse y de nombrarlos a todos a modo de homenaje.

Que igual a alguno os parece una bobada pero a mí estas cosas me reconcilian con la política. Con la que está cayendo, no entiendo las carcajadas de algún ministro en el Congreso o la sonrisa de oreja a oreja de alguna compañera de gabinete en las ruedas de prensa. La actitud de esta señora me parece que está mucho más cerca del sentir ciudadano. Claro que me dicen los que la conocen que de política, tal y como lo entendemos, en el peor sentido del término, tiene poco.

Así que esperemos que no la aburran.

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