miércoles, 29 de abril de 2020

Diario de una familia enclaustrada: día 48

Esta semana la calle parece otra cosa. Y no me refiero a las salidas de los niños. Se nota más tráfico y más trasiego de gente por las aceras. Los días de colapso de los hospitales van quedando lejos y los datos que proporcionan los médicos mejoran día a día, aunque siguen peleando contra un enemigo del que desconocen buena parte de sus armas. 

Así que si juntamos todo lo anterior con los anuncios del gobierno de la vuelta a la normalidad -perdón, la nueva normalidad en el dialecto politiqués ivanredondiano- y yo fuera el Jules de Pulp Fiction y vosotros Vincent os preguntaría, ¿estamos contentos? La respuesta parece que debería ser sí. Sin embargo, muchos no nos fiamos de esta salida a ciegas que parece más una táctica de equipo pequeño despejando el balón, patatum parriba y a ver si cazamos un gol en un contraataque. Más que nada porque hoy ya anuncia Illa Maravilla que están pensando en dar marcha atrás en el sistema de provincias. Recordad, la yenka. 

Y para remate, llegan noticias de Alemania, donde sí se hicieron test masivos y habían empezado a desmontar el confinamiento. Un repunte de contagios les hace replantearse volver a las andadas y el Instituto de Virología Robert Koch, organismo de referencia en este tema, recomienda permanecer en casa y restringir al máximo los contactos. 

Yo no digo nada pero acordaos de lo de las barbas y el vecino.

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