viernes, 29 de mayo de 2020

Diario de una familia enclaustrada: día 78

Entre las muchas tontás que nos invaden hay una que a mí me duele especialmente: el abuso de anglicismos para darle un barniz de exclusividad al discurso. Esto lo bordan Faemino y Cansado en uno de sus monólogos de Arroyito y Pozuelón, los dos cuentachistes con los que suelen cerrar sus actuaciones. "Los españoles somos la pera, llegas al aeropuerto, dice, mira un McDouglas. Vale, me monto.  Dice, mira un López, ¡una mierda pa ti, no me monto ni loco!"

Ahora se ha puesto de moda el delivery.  Que basicamente consiste en lo que toda la vida ha sido reparto a domicilio. Pero dónde va a parar, pides una pizza, te la trae el repartidor y no te digo yo que no esté buena. Pero te la acerca a casa el servicio de delivery y eso tiene que saber mejor, por fuerza. 

Otro término que ha calado, también en el ámbito gastronómico, es el take away. Cuando yo era pequeño, había una pastelería en mi barrio que hacía los mejores suizos que en el mundo han sido. Y siempre que entrábamos a comprar, la señora hacía la misma pregunta: ¿para tomar o para llevar? Y no hacía falta más. Ahora no me imagino a la pastelera planteando la cuestión al moderno modo: ¿para tomar o take away?

Que yo no digo que no usemos palabras del inglés pero si existe en español, ¡qué necesidad! Si por ser más cool, comes cupcakes después de hacer running no creas que tu feedback va a ponerse on fire. Ni te creas trendy porque vistes casual

Haz un break y míratelo.


No hay comentarios: